Un exitoso trasplante renal de donante vivo, de una madre a su hijo, se realizó este mes en el Hospital Base Valdivia (HBV). Se trata del trasplante de riñón número 25 que se efectúa en el establecimiento en lo que va del año.
De los 25 trasplantes, cinco han sido de donante vivo, siendo el último caso el de Bastián Vidal y su madre Marcela Barassi, quienes posterior a un proceso de exámenes, evaluaciones y análisis de compatibilidad, llegaron desde Magallanes hasta el Hospital Base Valdivia, actual centro de referencia de Trasplante Renal en el sur de Chile.
Bastián tiene 21 años y fue diagnosticado en 2017 con enfermedad renal en etapa 4. Su madre señala que no fue fácil aceptar el diagnóstico. “Él era un niño completamente sano y de un momento a otro esta enfermedad se comenzó a manifestar con baja de peso, palidez, sueño, cansancio e incluso, esto le provocó un estancamiento en su crecimiento”, dijo su madre.
Frente a este diagnóstico, Bastián comenzó un tratamiento con medicamentos. Sin embargo, con el tiempo su creatinina se comenzó a elevar al punto de requerir de diálisis, en su caso peritoneal, la que se realizó por un año y medio en su domicilio durante las noches.
“En ese momento se nos planteó la posibilidad de un trasplante de órganos que podía ser de donante vivo o cadáver. La primera opción era entre comillas la más rápida y sin dudarlo, con mi marido nos sometimos a varios exámenes en los que yo cumplí con los mayores requisitos de compatibilidad, por lo tanto, yo podía ser su donante vivo”, señaló Barassi.
Posterior al proceso de exámenes y luego de obtener resultados favorables, desde el Hospital Base Valdivia les señalaron que estaba todo en orden para realizar el trasplante, el que finalmente se efectuó el pasado 3 de septiembre.
Luego de ver la evolución de su hijo, Marcela Barassi señaló que “ver esa sonrisa, esa felicidad de Bastián es impagable. Si todo anda bien no va a estar con una máquina diariamente y eso me hace sentir orgullosa como mamá, por haber contribuido a que mi hijo tenga un futuro diferente. A pesar de todo, él logró terminar su carrera de Gastronomía y su ilusión era poder estar en su ceremonia de titulación que es a fines de noviembre y yo creo que si lo vamos a poder hacer”.
Verónica Gallardo, enfermera encargada de la Unidad de Trasplante y Procuramiento del HBV, explicó que en el caso específico de donante vivo, se pueden trasplantar solo riñones e hígado y la mayoría de las veces las donaciones se hacen de madres a hijos/as.
Además, señaló que cuando se va perdiendo la función del riñón/es existe la posibilidad de recurrir a la terapia de sustitución renal (diálisis) o al trasplante, siendo este último la mejor opción. “La pérdida de la función renal significa someterse a una diálisis tres veces a la semana durante 4 horas o durante todas las noches (en el caso de la peritoneal), y eso afecta terriblemente la calidad de vida de las personas. Por eso es tan importante reflexionar respecto a la donación de órganos, porque no todos tienen la opción y la compatibilidad para recibir un órgano de donante vivo”.
“Todo esto se ha logrado gracias a la dedicación y expertise de nuestros equipos, quienes hacen posible que cada donación y cada trasplante transforme vidas. Esta campaña es un paso crucial para demostrar que la donación de órganos es factible y necesaria, y una forma de incentivarla es mostrar estos procesos, porque juntos podemos incrementar esta práctica vital", agregó el director del HBV.
Finalmente, la encargada del Programa de Trasplante y Procuramiento del HBV, invitó a la comunidad a reflexionar sobre este acto altruista que permite salvar vidas. Ello, en el marco del Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos, este viernes 27 de septiembre.
"Hay un slogan que dice que sin donantes no hay trasplante. Por lo tanto, por mucho que las personas lo necesiten o nosotros queramos trasplantar, nuestro sustrato es la donación, y actualmente la cantidad de donantes no es suficiente para satisfacer la demanda”, señaló la profesional.
Cabe recordar que la modificación legal aprobada por el Congreso Nacional en mayo de 2013, establece que un fallecido no será donante sólo si antes del momento en que se decida la extracción del órgano, se presente una documentación fidedigna, otorgada ante notario público, en la que conste que en vida manifestó su voluntad de no ser donante.
“Sin embargo, si la familia se opone a la donación, aun cuando el fallecido haya manifestado su voluntad de ser donante en vida, se respeta la decisión de los deudos. Por eso es tan importante conversar en familia este tema, ya que en muchos casos el desconocimiento o la duda inducen la negativa de la familia”, concluyó Gallardo.
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