El 11 de Marzo se cumplió un año de la declaración de pandemia por COVID-19 por la OMS. Hemos visto como en el mundo, se han ido tomando las medidas para enfrentar este desafío y la llegada de las vacunas ha permitido tener luz de esperanza al final del túnel. La tercera ola de contagios, ha sido como un tsunami que ha puesto a prueba la resiliencia, la empatía y la capacidad económica de cientos de familias, para seguir viviendo. En el camino lento y difícil, donde la normalidad es vista como anhelo, debemos en nuestro país empezar a plantearnos el escenario de un Chile post Covid-19 y los desafíos que tendremos en lo político, social, económico y cultural en una sociedad, que cambió y como dicen, varios octubristas: Chile despertó”.
De hecho, en Europa ya se está trabajando en mirar cómo será la post pandemia y cuyo trabajo ha sido desarrollado por la Conferencia del futuro de Europa con intervención del consejo europeo, comisión europea y el parlamento europeo.
Dado lo anterior, nuestro país está en momentos de profundas definiciones y es comprensible el cansancio de la ciudadanía, ya que 16 millones estamos confinados. La ecuación: pandemia -política, se desarrolla como un rally entre: vacunación rápida y el aumento de los contagios durante el mes de Marzo, que ha estresado la disponibilidad del sistema de salud. A lo anterior, vamos por una nueva Constitución ,siete elecciones en plena pandemia y observamos modelos exitosos de varios países entre ellos: el funcionamiento del parlamentarismo Inglés y Alemán, pero cuando llegamos a nuestro Congreso Nacional, nos asalta la duda, ya que por un año y medio, hemos visto su lenta incapacidad para llegar a los acuerdos mínimos, su tibieza en condenar la violencia y donde el justo razonamiento y los valores de la generosidad y la ponderación de quienes deben tomar las decisiones y acciones, han sucumbido al status quo individual, las cuentas electorales, los discursos populistas y con carencia de una capacidad prospectiva, que permita prever las situaciones que podrán derivarse de las influencias conjugadas, a nivel nacional e internacional.
¿Quién o quiénes hoy, están mirando al país con grandeza y poniendo, en la discusión ciudadana un proyecto robusto, consistente y colectivo post pandemia?,¿Podremos lograr los acuerdos nacionales, con la velocidad que se requiere, para la reactivación y el desarrollo de las regiones,del país y que nos permita hacer, los cambios estructucturales,con crecimiento económico, que nuestro país necesita?Hoy vemos, muchas personalidades en el mundo de lo público, sin liderazgo: unificador, que señale una hoja de ruta convocante para la ciudadanía y proponga con altura de miras, realismo y veracidad, en el horizonte que enfrentaremos como sociedad post covid-19.
Es de esperar, que las lecturas que hoy están presentes, el espectro político sean menos de los viejos sofistas, que hace 2500 años propiciaban verdades aparentes, adecuando realidades que no lo son y pasemos a lecturas del tipo: Levitzky y Ziblatt ,por nuestra democracia.
Marta Canto Castro. Administrador Público, Profesora Universitaria y Presidenta de la Fundación Foro de Los Ríos.
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