Historias DiarioSur

Pichi Juan, el olvidado de la colonización alemana

Por Pablo Santiesteban / 8 de abril de 2024 | 14:10
El monumento a la colonización alemana rescata a una estatua que representa a Juan Currieco, indicando el camino a seguir a los colonos de mediados del siglo XIX. Crédito: redes sociales.
[#HistoriasDiarioSur] Conoce quién fue este explorador huilliche y cómo se convirtió en la principal ayuda de Vicente Pérez Rosales y los colonos europeos en esta gesta del siglo XIX.
Atención: esta noticia fue publicada hace más de 8 meses

La colonización alemana fue una gesta que marcó las regiones de Los Ríos y Los Lagos desde mediados del siglo XIX donde el principal nombre que surge en dicho proceso fue el de Vicente Pérez Rosales como agente de colonización del sur de Chile. 

Sin embargo, la historia a veces tiene olvidos y uno de los personajes que poco se menciona en dicho proceso es el de Juan Currieco, también conocido como Pichi Juan.

Currieco fue el principal explorador de la selva sureña en aquellos años y el encargado de ir abriendo caminos hacia la zona del lago Llanquihue. También lo destacan como uno de los principales responsables de los incendios de los bosques de la zona sur, la peor catástrofe ecológica del país en el siglo XIX.

Según Oresthe Plath, Pérez Rosales sería el autor intelectual del mencionado incendio y que resulta paradójico que el actual Parque Nacional Vicente Pérez Rosales se siga llamando así, mientras que Juan Currieco habría traicionado a su pueblo por compartir con los colonos y el gobierno chileno su conocimiento ancestral y habilidades para obtener beneficios para sí mismo.

El nombre de Pichi Juan se preservó en la memoria sureña por un cerro de la cuenca del lago Llanquihue, en la comuna de Puerto Varas, y existen crónicas de historias de Valdivia, Osorno y la zona de Llanquihue que destacan la participación de este personaje que, como se menciona, tuvo más importancia de la que se le conocía hasta hoy.

Huilliche

Se estima que Juan Currieco habría nacido entre Puerto Octay y Rupanco en la década de 1830. Era de la etnia huilliche y de acuerdo a las crónicas de Vicente Pérez Rosales, era un diestro talador con su hacha; de tez morena, cabello negro, ojos brillantes, labios gruesos y aguerrido como un puma.

El 6 de septiembre de 1850 el Estado de Chile nombró a Vicente Pérez Rosales como agente de colonización y le dio la tarea de habilitar tierras de cultivo para las familias europeas que empezaron a llegar al sur de Chile.

En ese contexto fue que Pérez Rosales conoció a Juan Currieco y le solicitó su ayuda para instalar a las familias y explorar las tierras desde Osorno hacia el lago Llanquihue.

En su libro “Recuerdos del pasado” Pérez Rosales habla de dos colonos alemanes que se adentraron en la selva, se perdieron y no volvieron a encontrarlos. La situación era distinta para Pichi Juan, quien tenía la experiencia para reconocer las bondades y desventajas de los terrenos y que, gracias a ello, encontró tierras fértiles para los colonos que se instalaron junto al lago Llanquihue.

El incendio del bosque

Con los consejos de Currieco los colonos pudieron llegar a lugares nunca imaginados ni recorridos por el hombre, lo que hizo que Vicente Pérez quede perplejo ante tanta naturaleza y bosques milenarios.

El agente colonizador, guiado por su ambición y afán de conquista, decidió dominar dichas tierras, viendo que de esta manera podría avanzar en la colonización. No conforme con la expedición, Pérez Rosales se replanteó la ruta de emplazamiento de los colonos y ofreció una paga a Pichi Juan de 30 pesos para incendiar los bosques que van desde Chan Chan hasta la cordillera de Los Andes.

Con esta acción Pichi Juan hizo desaparecer gran parte de la hermosa vegetación que existía en aquellos años y él mismo estuvo a punto de morir quemado, si es que no se hubiese ocultado bajo un tronco.

Los efectos del gran incendio fueron visibles incluso bien adentrado el siglo XX en la ruta que lleva a Puerto Varas.

Expedicionario

Juan Currieco se destacó como explorador de la selva y usaba los recursos de la naturaleza para realizar expediciones. Un ejemplo de ello era que usaba cierto hongo seco para producir fuego y hacer fogatas, algo que asombraba a los alemanes, tanto o más como la habilidad que tenía para talar árboles.

Pichi Juan acompañó a Vicente Pérez Rosales en su primer viaje al norte del lago Llanquihue y después hizo dos recorridos hacia el lago Nahuelhuapi, en el lado argentino, navegando en botes realizados con la técnica de los canoeros de la isla de Chiloé, con cañas atadas con lianas. Una de esas expediciones la hizo en compañía de los expedicionarios alemanes Francisco Fonck y Fernando Hess hasta la península de San Pedro.

Después hizo él solo una larga excursión por la orilla sur del lago Llanquihue, siguiendo un trazo que tenía en su memoria y que Fonck apuntó en un plano.

Expropiado

Por sus servicios, Currieco obtuvo tierras para él y su familia, pero cuando regresó de sus expediciones por el lago Nahuelhuapi, en 1856, se encontró con que todas sus tierras habían sido expropiadas en beneficio de otro colono alemán.

El huilliche decidió ir a Puerto Montt a pedir justicia a las autoridades, sin embargo allá fue detenido y acusado de haber perpetrado robo de ganado, acusación interpuesta por inmigrantes alemanes del sector de Coihueco, liderados por Juan Renous.

Desde la cárcel Pichi Juan pidió justicia para su causa y contó con la ayuda de Francisco Fonck que intentó ayudarlo. Él le habría redactado una carta para el Presidente Manuel Montt que señaló lo siguiente:

“Yo llamado Juan Currieco, hijo de varón libre, heme aquí ladrando entre paredes en el 1856. Yo que no tuve más cárcel que el día o la noche que corrí libre por el bosque como los sueños".

"Ahora mi agua se hace negra (Currieco: agua negra) y mi sangre y mi llanto sin amigo que se atreva a defenderme del garrote que zurce espinas en los labios y todos saben que la injusticia y la muerte duermen juntas en mi raza que poco se estima ante el influjo de mis acusadores”.

El Presidente Montt, conmovido con esta carta, sabedor de la ayuda del huilliche y convencido que el proceso a Currieco era irregular, lo dejó en libertad y le devolvió su hijuela.

Según testimonios de cronistas de la época, Juan Currieco falleció en 1865, en la flor de la vida producto de una enfermedad provocada después de una de sus largas expediciones.

Confrontaciones

A fines del siglo XIX se agudizaron los conflictos de tierra entre los indígenas y los colonos europeos y estos últimos recurrieron a hechos violentos para asegurar posiciones.

La familia de Pichi Juan finalmente fue expulsada de sus terrenos de la isla Coihueco el 27 de noviembre de 1907, según indica el sitio web futawillimapu.org, cuando el gerente de la Sociedad Ganadera Rupanco, Francisco Hechenleitner, junto a un grupo de trabajadores sacaron a balazos a la familia. Se indica que estos hombres armados destruyeron las rukas y asesinaron a un nieto de Juan Currieco en aquella acción.

La descendencia de Pichi Juan sigue actualmente viviendo entre la Provincia de Osorno y Llanquihue, orgullosos de su sangre y del aporte de su antepasado, pese a que finalmente recibió el pago de Chile.

Actualmente cerca de la plaza de Armas de Puerto Montt se creó el monumento a la colonización alemana de la zona y uno de los personajes representa a Pichi Juan, con su manta y gorro de lana, indicando con un dedo el lugar a donde debían seguir los europeos en la tierra de la cuenca del lago Llanquihue. El olvido no es para siempre.

 

Si vas a utilizar contenido de nuestro diario (textos o simplemente datos) en algún medio de comunicación, blog o Redes Sociales, indica la fuente, de lo contrario estarás incurriendo en un delito sancionado la Ley Nº 17.336, sobre Propiedad Intelectual. Lo anterior no rige para las fotografías y videos, pues queda totalmente PROHIBIDA su reproducción para fines informativos.
¿Encontraste un error en la noticia?