El Parque Safari comenzó a funcionar en el 2006 como un espacio familiar de educación y recreación al aire libre dirigido a la familia y los niños. Al poco andar, según relatan sus fundadores, la gente de la región comenzó a llevar algunos animales exóticos porque muchos de ellos estaban en malas condiciones o en lugares inadecuados para vivir.
Gonzalo Sánchez, gerente de proyectos del parque, recordó que la labor de rehabilitación que realizan actualmente fue una necesidad que surgió de forma espontánea, “ya que las personas traían a las especies que habían atropellado, encontrado o simplemente querían dejar de tenerlas como mascotas y necesitaban un lugar donde darle una mejor calidad de vida”, precisó.
“A medida que pasó el tiempo, nos dimos cuenta que las autoridades si bien podía incautar, necesitaban un lugar donde albergar a las especies. Algunas veces, cuando incautan loros, no tienen un lugar donde puedan ser acogidas y la autoridad no tiene recursos para mantenerlos,” aseguró el gerente.
De esta manera, se fraguó una labor que se cristalizó hace poco más de 2 años cuando comenzó a funcionar el Centro de Rehabilitación del Parque Safari, cumpliendo actualmente un importante trabajo de reinserción en el medio natural en colaboración con el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA).
Alonso Silva, director del Departamento de Manejo y Salud Animal del Parque Safari, quien dirige el centro, aseguró que “todos los animales heridos de la fauna silvestre tenían que ser trasladados a la Región Metropolitana, alterando el proceso de rehabilitación por el traslado y el tiempo. Por eso comenzamos a funcionar como centro de rehabilitación en enero de 2017, han ingresado más de 750 pacientes hasta la fecha, con un porcentaje de reinserción en el medio silvestre de un 33%, aproximadamente.”
Según el especialista, los ejemplares que más recibe este parque rancagüino, son aves rapaces diurnas, peucos, aguiluchos, águilas y mayoritariamente aves rapaces nocturnas como lechuzas. Además, la gente lleva gran cantidad de loros nativos, anteriormente mantenidos como mascotas, porque hoy la tenencia de animales silvestres es ilegal. “Por lo tanto, la gente hace entregas voluntarias de estos animales al SAG y pasan por un proceso de rehabilitación para devolverlos al medio ambiente”, aclaró el médico veterinario.
La importancia de la conservación de animales
En el marco de cumplir el rol que tienen los zoológicos a nivel mundial, lo más importante para Parque Safari es participar en la conservación de la fauna local de la región. “Nosotros cumplimos una labor muy importante para la fauna local, y la idea es mantener un equilibrio ecológico, cuyo mayor daño es por parte del ser humano, y así amortiguar el perjuicio a los nichos de las poblaciones de fauna silvestre”, señaló el médico veterinario Silva.
Además, el impacto del parque en la región se refiere al fomento del cuidado de la fauna local a través de la educación. Según lo comentó el gerente de proyectos de Parque Safari, “es necesario entregar a los animales una mejor calidad de vida, pero junto a su rehabilitación, está el mensaje hacia la sociedad sobre la importancia de la conservación de animales.”
“Efectivamente, todavía somos un país en gran parte rural, tenemos tradiciones culturales arraigadas en el campo y la vida de cerro. Lamentablemente esa cultura viene de la mano con la cacería, por lo tanto, gran parte de la población no tiene la conciencia animal que tienen algunos. El cuidado de la naturaleza y la fauna es una cultura que está aumentando de a poco y nosotros, como parque y centro de rehabilitación, nos preocupamos de impulsar ese cambio”, remató Sánchez.
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