El trigo es un cultivo relevante para Chile en términos de volumen, superficie y valor económico, concentrándose su producción en más del 85 % en la zona centro sur del país. Además, posee significativos componentes sociales y laborales, debido al gran requerimiento de mano de obra generada, como también por las numerosas explotaciones agrícolas, rubro esencialmente de rotación, producción y comercialización.
Por su relevancia, es de gran importancia para el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) responder a los nuevos requerimientos de los productores, considerando que el consumo promedio en el país es de, aproximadamente, 120 kilogramos per cápita al año, siendo uno de los más altos a nivel mundial, aportando más del 36 % de las proteínas, energía y minerales que requiere diariamente una persona.
Por ello INIA Carillanca fue el escenario del lanzamiento de la nueva variedad, llamada Monarka-INIA, un trigo de invierno creado por el Programa de Mejoramiento Genético (PMG) de Trigo del instituto en la Región de La Araucanía, de alto rendimiento y con buenas características de calidad para la panificación directa.
“Esta nueva variedad que hoy entregamos a los agricultores viene a reafirmar el compromiso de INIA con alguno de los ejes estratégicos del Minagri, como es la soberanía y sustentabilidad alimentaria. La necesidad de contar con variedades adaptadas a las nuevas condiciones que enfrentamos con el Cambio Climático y que destaque por su rendimiento, es lo que nos motiva a seguir trabajando por una agricultura sustentable”, dijo Iris Lobos, directora nacional de INIA.
Este trigo comenzó a ser evaluado en el 2017 en ensayos de rendimiento preliminar en INIA Carillanca, y luego fue incluido en los ensayos estándares de invierno en las localidades de Chillán por el norte, hasta Purranque por el sur, incluyendo Yungay, Mulchén, Vilcún, Perquenco y Máfil, destacándose por su tipo agronómico y adaptabilidad a zonas de siembras tempranas e inviernos largos.
Claudio Jobet, investigador de INIA y creador de la nueva variedad, explicó que “es un trabajo arduo del programa, producto de una cruza simple realizada por el PMG de INIA Carillanca en el 2008. Sus progenitores son la variedad de invierno Kumpa INIA, que pertenece al INIA y que derivó de una línea avanzada de la Nordsaat de Alemania; una línea invernal de trigo invierno de la empresa Benoist de Francia y la variedad Maxwell, pero derivada de una selección para grano oscuro”.
INIA tiene una historia importante en el mejoramiento genético de trigo, generando desde 1964 a la fecha 41 variedades de trigo, que han sido muy valoradas por los productores/as de la región y el país. Por ello, durante el día de campo se presentó el potencial de Chevignon, una variedad introducida por el instituto y lanzada al mercado a inicios de la pandemia; en terreno se recorrió un jardín de variedades de trigos de invierno para reconocer y recordar el pasado de INIA; el Dr. Rafael Galdames presentó resultados de trabajos sobre roya amarilla y rincosporiosis en triticale, esta última como una nueva amenaza para dicho cultivo; el Dr. Claudio Jobet mostró futuras candidatas de trigo, y la Dra. Dalma Castillo, expuso sobre Suri INIA, nueva variedad de trigo de primavera.
Características de Monarka-INIA
Los agricultores/as participantes de la actividad valoraron el trabajo de INIA y la posibilidad de contar con una nueva variedad, que presenta un potencial importante en rendimiento y calidad para la industria panadera.
Monarka-INIA es un trigo de hábito de desarrollo invernal (requiere vernalización), de altura media en etapa adulta, variando entre 105 y 110 cm, con un promedio de 107 cm, similar a la variedad de invierno Bicentenario INIA y Chevignon.
Es un trigo de buen peso hectolitro (sobre 82,5 kg/Hl) y grano de textura dura. Presenta un porcentaje de proteína superior al 9 %, una cifra de sedimentación sobre los 38 ml, y su contenido de gluten húmedo alcanza el 24 % que lo ubica en la categoría de trigo intermedio (NCh 1237- 2000).
Sus características farinográficas son aceptables, con un volumen de pan sobre 630 cc, miga de buen color y adecuada textura, según lo detallado por el Laboratorio de Calidad de Trigo, de INIA Carillanca. Otra característica sobresaliente de esta línea es el color blanco de su harina, muy aceptada y demandada por la industria molinera. Su zona de cultivo es desde la Región de La Araucanía al sur, con gran potencial para la zona de los suelos trumaos y en sectores de precordillera.
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