El lunes 22 de agosto del año 2016 fue encontrado el cuerpo de la activista ambiental Macarena Valdés, colgado desde las vigas de su casa en el sector Tranguil de la comuna de Panguipulli.
El hallazgo lo hizo su hijo mayor, Francisco de 11 años de edad, encontrándose también en la casa su pequeño hermanito de 1 año y 8 meses. Su pareja Rubén Collío, presentó una querella criminal, investigación que concluyó que Macarena padecía depresión, lo que la llevó a la determinación de acabar con su vida.
La familia no compartió dicha hipótesis, y apuntó a las acciones de resistencia que Macarena junto a la comunidad Newen Tranguil impulsaron en oposición al proyecto de construcción de una central hidroeléctrica en el río Tranguil, después de lo cual recibieron amenazas.
Actualmente la investigación está abierta y ya no está catalogada como suicidio, sino como hallazgo de cadáver, único avance claro en las diligencias investigativas.
ÍCONO DE LA LUCHA MEDIOAMBIENTAL Y FEMINISTA
En una entrevista con Radio Universidad de Chile en el 2020, Collío recordó a Macarena de la siguiente forma; “Ella era una guardadora de semillas. Hemos comentado que ella se crio con sus abuelos y se llevaba bien con las viejitas. Un día una papay le entregó un puñado de semillas y le dice ‘son semillas nativas, sin intervenir, siémbralas’ y le pasa un puñadito, unas 20 arverjitas, y ella las sembró y las cuidó y no nos dejó comerlas que era lo más terrible” – comentó Rubén riendo al recordar aquella acción – “cosechó como un kilo de arverjas y dije ‘pero saquemos una cucharadita que sea para probarlas’, pero no, porque el compromiso era otro, y era de honorabilidad donde nadie iba saber si ella las comía. Ella dijo no, yo me comprometí a recibir estas arverjas para sembrarlas y producir más semillas, y de la segunda cosecha podía comer, pero también de esa segunda cosecha tenía que compartir y dar semillas a alguien más”.
En la misma instancia, el viudo de Macarena dijo que “hoy día no estamos solos, somos hartos los que gritamos y reclamamos exactamente lo mismo, a Macarena la asesinaron, ya lo demostramos científicamente”.
En el tiempo transcurrido, la causa por esclarecer la muerte de Macarena Valdés ha ido sumando apoyo, y su figura se ha transformado en un ícono de la lucha medioambiental y feminista, por eso en este cuarto aniversario de su muerte se organizaron marchas y otras manifestaciones, especialmente en La Araucanía y Los Ríos.
La lucha por las causas ambientales continúan, así también la lucha por esclarecer qué fue lo que ocurrió el 22 de agosto del 2016, cuando la voz de Macarena Valdés se apagó, pero su figura y su ejemplo inspiran y dan fuerza a muchas y muchos.
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