Durante dos jornadas, y con la participación de destacados expertos, se llevó a cabo el Foro La tragedia ambiental de América Latina y el Caribe, y el caso de Chile, organizado por el Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de la Universidad de Chile el cual contó con apoyo de nueve casas de estudios de diferentes regiones del país. Una instancia que convocó a cerca de 200 conectados en cada sesión y que permitió el debate y la reflexión sobre la situación ambiental de América Latina y el Caribe, y la degradación del medio ambiente.
Para este objetivo se tomaron dos documentos de base, que son el libro de la CEPAL La tragedia ambiental de América Latina y el Caribe, de Nicolás Gligo y otros; y el Informe País: Estado del medio Ambiente en Chile, del año 2019.
BOSQUES NATIVOS
El Prof. Dr. Antonio Lara, académico de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh e investigador principal del (CR)2, participó en la segunda sesión de la actividad, enfocándose en el bosque nativo y entregando cifras claves que dimensionan su destrucción. “Diversos estudios abordan la pérdida de bosque nativo. Entre 1973 y el 2011, por ejemplo, existe una pérdida de 782 mil hectáreas. En las últimas dos décadas, la tasa promedio de destrucción ha sido estimada por CONAF y estudios académicos entre 60 a 70 mil hectáreas al año. Parte de la pérdida y la degradación está asociada a la tala ilegal”, explicó el Dr. Lara.
Otras amenazas, como los incendios, el efecto de los castores en Tierra del Fuego y el impacto del browning (pardeamiento y pérdida de vigor) asociado a la megasequía en la zona central, fueron algunos de los aspectos mencionados por el académico. Nuevos problemas como el avance de las construcciones inmobiliarias y el consecuente sobre uso del agua y parcelación de tierras han llegado a la Corte Suprema por los negativos impactos que esto conlleva.
Especial mención realizó sobre el caso que acontece en la comuna de La Unión, donde problemas territoriales influyen en la conservación del bosque. “La familia Henríquez, vecinos del Parque Nacional Alerce Costero, que han resguardado y apoyado la preservación de los bosques de alerce en el sector por décadas, hoy enfrentan una orden de desalojo derivado de un litigio de límites asociado al cambio de propiedad de la tierra, de un predio vecino. Esto es un ejemplo de que no se puede separar lo ambiental con lo social”, enfatizó.
SUMIDEROS DE CARBONO
El profesor Lara llama a los bosques nativos “la alcancía”, ya que acumulan gran cantidad de carbono ayudando así a la mitigación de los efectos del cambio climático. Incendios y el cambio de uso de suelo, sin embargo, afectan seriamente el carbono almacenado. Aquí es donde el investigador recalca como estrategia la importancia de disminuir las amenazas y, por otro lado, aumentar la restauración. “Hay un gran desafío, tenemos paisajes dominados por plantaciones. No puede haber una dicotomía, o bosque nativo o monocultivo, sino que tiene que haber un diálogo e integración a escala de paisaje y de cuencas”, señaló.
Finalmente se refirió a la actualización de las NDC 2020 y los compromisos que estableció Chile ante la COP25 sobre Cambio Climático en cuanto al Plan Nacional de Restauración a Escala de Paisajes y la incorporación de un millón de hectáreas al proceso de restauración al 2030.
Cabe mencionar que en esta sesión participaron también el Profesor Fabián Yaksic, de la Pontificia Universidad Católica de Chile; el investigador Reinaldo Ruiz, del CAPP; el Prof. Ricardo Bravo, de la Universidad de Valparaíso; y el Profesor Nicolo Gligo, (CAPP), quien estuvo a cargo de la organización y la clausura del foro.
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