Definitivamente los vecinos de la localidad de Llifén, perdieron la paciencia con las obras de ampliación de la red de agua potable que encabeza la Municipalidad de Futrono, a través de una empresa privada, y hoy exigen a sus autoridades soluciones inmediatas.
Hace algunas semanas manifestaron su malestar de manera pública a través de este medio por la turbiedad en el agua y constantes cortes sin previo aviso, pero la gota que rebosó el vaso y terminó de indignar a los vecinos fue la presencia de químicos que podrían afectar la salud de las personas.
Dicha situación dice relación con una situación ocurrida este jueves, tras un extenso corte del suministro, cuando el agua adquirió una tonalidad rosada que se mantuvo por alrededor de 2 días y, pese a que no ha existido una declaración pública por parte de la empresa respecto a esta coloración, podría tratarse de permanganato de potasio que, en altas concentraciones o por periodos prolongados, podría traer problemas de salud.
INDIGNADOS
Lo que más molesta a los vecinos es que no hay aviso oportuno de los cortes de agua y menos explicaciones de los cambios en la coloración, lo que genera incertidumbre y aumenta la indignación de quienes no saben a qué hora llegará el agua, o desconocen si es apta para el consumo.
Una vecina del sector Chollinco manifestó que ella no cuenta con recursos para comprar todos los días agua embotellada y no le queda más que consumir "con preocupación" la que proviene de la llave.
"Esto ya está fuera de control, no hay ninguna fiscalización a los trabajos que esta empresa está haciendo y el agua sale hasta con barro y eso no puede seguir pasando porque somos seres humanos. Yo tengo hijos y no sé si pueden tomar esta agua, además, uno no siempre tiene plata para estar comprando agua embotellada”, dijo otra de las tantas vecinas que ha contactado a Diario Futrono en busca de soluciones.
La empresa encargada de estas obras, Jorge Oporto Rivas, emitió un comunicado en el que lamentan las molestias ocasionadas a los vecinos, y piden paciencia mientras se ejecutan los trabajos que estarían en su fase final, no obstante, la comunidad exige medidas paliativas pues el acceso al agua es urgente.
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