El Informe Anual 2018 del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), en su capítulo sobre “Violencia Hacia las Mujeres Rurales e Indígenas Rurales”, reveló que este segmento no sólo ha permanecido invisible para la opinión pública sino también para el Estado.
El estudio comprobó que ninguno de los ministerios oficiados poseía información desagregada por etnicidad y ruralidad vinculada a temas de violencia contra la mujer; tampoco existen documentos oficiales provenientes de reparticiones públicas responsables del tema.
La disponibilidad de datos estadísticos, confiables y desagregados, es un requisito vital para la creación de políticas públicas. Es por esto que el Informe del INDH recomienda a los organismos del Estado, responsables de generar información relativa a la violencia contra la mujer, implementar datos desagregados que contemplen la pertenencia a comunidades indígenas, condición de ruralidad, edad, situación de discapacidad y diversidad sexual.
MUJERES MAPUCHES
La mesa de Mujer Mapuche, con quien el INDH realizó un grupo focal de estudio, reconoció que en el tratamiento del Estado a las mujeres indígenas lo que prima es “la negación del otro”. Una integrante de la mesa planteó que para la institucionalidad pública era más práctico estandarizar que preocuparse de la diversidad, aplicando el mismo modelo en distintos territorios.
Otro factor inquietante es la naturalización de la violencia en las comunidades mapuche. Una antropóloga entrevistada por el INDH, asegura que "sí existe mucha violencia y las mujeres no la denuncian, tampoco se habla mucho en la comunidad, sino que es algo que ocurre, que el hombre le pegue a la mujer y es cuando está el trago de por medio, la pobreza". Ximena Lican, presidenta de la Mesa de Mujeres Rurales de Osorno, asegura que al estar insertas dentro de la tierra del marido, rodeada de cuñadas, suegras y lejos de sus madres, no tienen “a quien pedir ayuda”.
Recurrir entonces a una solución “occidental”, agrega la abogada Myrna Villegas, experta en temas indígenas y de género, pueden acarrear una serie de problemas, debido a que la solución del conflicto debe nacer de la propia comunidad dado que la cosmovisión mapuche de la vida es colectiva. Un eventual desarraigo, debido al fuerte componente emocional y cultural asignado al territorio, puede generar un sentimiento de vulnerabilidad y desamparo aún mayor.
Para el INDH resulta una materia preocupante la situación que viven las mujeres mapuche en el marco del conflicto intercultural que se vive en La Araucanía, debido a los allanamientos a sus comunidades y las amenazas y violencia hacia sus dirigentas en los conflictos con empresas privadas, situaciones que no se condicen con una cultura de respeto a los derechos humanos. Es por esto que el Instituto recomienda al Ministerio del Interior elaborar un protocolo sobre allanamientos a comunidades mapuche, tendiente a resguardar los derechos de niños, niñas, adolescentes y mujeres.
Descarga aquí el Informe Anual Situación de los Derechos Humanos en Chile 2018
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