En la última Sesión Ordinaria del Consejo de Ministros para la Sustentabilidad se dejó en suspenso
la etapa final del 14°Proceso de Clasificación de Especies Silvestres según Estado de Conservación,
aplazando la categorización de 55 especies nativas. Esta clasificación es el principal instrumento
para priorizar recursos y esfuerzos en aquellas especies más amenazadas, y lo más importante,
implica que serán consideradas en el proceso del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental.
En dicha sesión el Ministro de Agricultura, Antonio Walker, cuestionó por motivos económicos que
dos especies: olivillo (Aextoxicon punctatum) y ciprés de la cordillera (Austrocedrus chilensis)
incrementaran su categoría de conservación, señalando que esto “podría dificultar la evaluación
de los proyectos que se presenten”. Luego puso en duda el carácter técnico de este proceso,
preguntando “si los antecedentes proporcionados por la Corporación Nacional Forestal fueron
aportados durante el gobierno anterior”. Finalmente solicitó “suspender el conocimiento de esta
materia”, lo que dio como resultado que el Consejo de Ministros no se pronunciara sobre la
propuesta del Comité de Clasificación, presentada hace cinco meses y que contiene antecedentes
para clasificar a 55 especies de animales, plantas y hongos, de las cuales 24 se encuentran en
alguna categoría de amenaza.
Suspender el desarrollo de un proceso científico-técnico de estas características e importancia es
un menoscabo a los avances que ha tenido Chile en materia ambiental, y una ofensa al trabajo de
investigadores, científicos y profesionales detrás de este proceso.
El Reglamento para la Clasificación de Especies Silvestres (Decreto N° 29 de 2011 del Ministerio del
Medio Ambiente), basa el proceso de clasificación de estado de conservación en criterios técnicos
internacionales promovidos por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza
(UICN). Cada criterio requiere de información cuantitativa, la que es generada por científicos e
investigadores. Para entender si una especie se encuentra amenazada, muchas veces se requiere
de años de trabajo científico. Toda la información disponible es procesada y validada por el Comité
de Clasificación conformado por 15 miembros, integrado por: Ministerio del Medio Ambiente,
Corporación Nacional Forestal (CONAF), Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), Servicio Nacional de
Pesca (SERNAPESCA), Subsecretaría de Pesca (SUBPESCA), Museo Nacional de Historia Natural
(MNHN), tres expertos de la Academia Chilena de Ciencias, tres de las universidades chilenas y tres
representantes de los gremios del agro, forestal y pesquero. Para procesar y discutir la
información reunida para este 14o Proceso de Clasificación, dicho comité se reunió en cinco
ocasiones, evaluando todas las observaciones que se hicieron llegar a través de la consulta
ciudadana que contempla el proceso.
Cuestionar por motivos políticos y económicos si una especie clasificada en una categoría de
amenaza fue debidamente fundamentada refleja un profundo desconocimiento y falta de
experiencia de un Ministro de la República en torno a esta temática. Que el propio Ministro de
Agricultura, de quien depende la Corporación Nacional Forestal, esté más preocupado del impacto
sobre potenciales proyectos, contradice el carácter técnico del proceso de clasificación de especies
y su propio rol en un comité para la sustentabilidad, en donde se debe tender hacia una relación
equilibrada entre los intereses sociales, ambientales y económicos.
Las organizaciones científicas, ambientales y de la sociedad civil aquí firmantes manifiestan su
profundo malestar y preocupación respecto de esta decisión y solicitan que se retome el proceso
en la próxima sesión del Consejo de Ministros para la Sustentabilidad.
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